sábado, 26 de marzo de 2011

Éramos él y yo, y siempre lo seríamos.

Paseaba nerviosa por la gran sala, no sabía donde posar la mirada, sólo queria verle a él. El vestido azul caía como una cascada detrás de mí, y los rizos dorados de mi cabello estaban recogidos en un desordenado moño que se soltaba por momentos, ¿donde estaría?. Desplegué la nota que llevaba en la mano; estaba arrugada y rota por los bordes de tantas veces que la había leído.
                                             
                                    "Señorita Daphne Shilton tengo el placer de invitarla 
                                      al próximo baile que se celebrará el día 26 del mes de las
                                      flores en el palacio real."
                                                                                              Atentamente: Su amor eterno

Lo peor había sido entrar en el palacio, ya que aquella invitación no tenía ningun valor real, tan sólo para mi era el más preciado de los regalos. Y allí estaba yo buscando al herededo de la corona, entre toda aquella gente que me miraba y murmuraba entre risas.
-¿Quién en esa muchacha?
- ¿La habian visto alguna vez ?
- ¿Es de la realeza?
-¡Qué descarada!
No, yo no era de la familia real, si siquiera estaba entre su lista de amigos o conocidos. Yo era hija de una humilde costurera, quien me había cosido el vestido que llevaba. Mi padre trabajaba en la mina con mis tres hermanos mayores. En cambio, y todavía hoy desconozco porque, el príncipe decía estar enamorado de mí, me mandaba las rosas más bellas y notas de amor que leía en mi habitación a la luz de las estrellas.
Comencé a retorcer un mechón de pelo entre mis dedos, cuando noté una mano que sujetó la mia, mientras otra soltaba lo poco que quedaba del moño.
- Sabes que me gusta más suelto, mi amor - la dulce melodía de su voz me envolvió por completo, intente girarme pero él me lo impidió, abrazándome por detrás.
- Todo el mundo esta mirando- le dije nerviosa.
Pero en ese instante en el que me abrazaba, poco me importaba lo que pensaran los demás, éramos él y yo, rompiendo las normas, venciendo los obstáculos. Éramos él y yo, y siempre lo seríamos.




                                  

3 comentarios:

  1. ahiii mi sandritaa!! me encanta amoree por un segundo me ha recordado a uno de los muchos bailes a los que fue Gemma (academia spence) que por si no lo sabes son mis libros preferidos ^^ un saludoo ...


    Mery*

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  2. Realmente me encanta cielo ^^ en serio tienes talento para esto :) no es mi estilo,lo mio es la poesía,pero la verdad es que tus pequeños relatos fascinan!
    Sigue escribiendo así y algún dia tendremos que pedir una cita para poder verte porque tendrás demasiados fans a tus puertas :D un besazo guapísima

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  3. ¿fans yo? xDDD, no me lo puedo ni imaginar. Gracias a los dos por comentarme. Os quiero mucho ^^

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