lunes, 31 de diciembre de 2012

Fin de año

El último copo de nieve caerá sobre la ciudad tiñéndola de blanco para recibir el nuevo año, mas aquí nunca nieva y será la última ola salada y espumosa la que despedirá el año besando la arena y llevándose los efímeros segundos del 2012. Ha sido un año mágico envuelto en profecías milenarias, un año que tenía que sucumbir ante las llamas y el fuego de las eternas tinieblas. Diciembre escapó caprichoso de nuestros dedos y con una mueca burlona dio muerte a los once meses, suicidándose después bajo la atenta mirada de las estrellas y el fulgor plateado de la luna.
Y ahora, sentada con la pluma en la mano y arropada por el sonido de las campanas perdiéndose en el aire, despido al 2012 con mi mejor sonrisa. En este año muchos sueños se han cumplido y personas maravillosas han empezado a formar parte de mi vida, he encontrado a una amiga que es como una hermana y que me ha permitido volver a creer en la verdadera amistad y he hallado una pasión y una motivación que, a pesar de estar muy lejos, me permite ser más feliz. También ha habido días oscuros, tardes de angustia y noches de dolor. ¿Pero que sería de la vida sin un poco de desconsuelo? Los momentos de felicidad siempre ahogarán las penas y nos permitirán sonreir. Así que mientras todos celebrán las llegada del 2013 yo me despido del 2012 tal y como se merece.