viernes, 15 de julio de 2011

¿Habrá de mi número?...Tendré que preguntar

Y sé que no debería haberme comido aquella manzana, que debería haber seguido los consejos de mi madre y haber ido directamente a casa de mi abuela. Todo eso ya lo sé. Pero estaba harta de ser la niña buena, la que siempre obedece y hace lo correcto. Y por eso hablé con aquellos tres desconocidos. ¿Cómo iba a saber que eran peligrosos? Eran tres cerditos adorables y muy simpáticos. Estuvimos un rato hablando de aquella niña que cayó por el agujero de la madriguera y todavía no han encontrado, mientras veíamos como los pájaros se comían las migas que habían tirado Hansel y Gretel. Después me ofrecieron la manzana y tenía tan buena pinta... que no pude resistirme. Y bueno ya sabéis, ahora estoy aquí dormida, sin poder moverme esperando el beso de mi apuesto lobo, que me despierte de este sueño eterno... Cuando despierte, iremos a un baile, a uno de esos que hay mucha gente rica y elegante, y bailaremos hasta medianoche. Espero que para entonces todavía estén aquellos preciosos zapatos de cristal que quiero comprarme para la ocasión...¿habrá de mi número? Tendré que preguntar.