lunes, 31 de diciembre de 2012

Fin de año

El último copo de nieve caerá sobre la ciudad tiñéndola de blanco para recibir el nuevo año, mas aquí nunca nieva y será la última ola salada y espumosa la que despedirá el año besando la arena y llevándose los efímeros segundos del 2012. Ha sido un año mágico envuelto en profecías milenarias, un año que tenía que sucumbir ante las llamas y el fuego de las eternas tinieblas. Diciembre escapó caprichoso de nuestros dedos y con una mueca burlona dio muerte a los once meses, suicidándose después bajo la atenta mirada de las estrellas y el fulgor plateado de la luna.
Y ahora, sentada con la pluma en la mano y arropada por el sonido de las campanas perdiéndose en el aire, despido al 2012 con mi mejor sonrisa. En este año muchos sueños se han cumplido y personas maravillosas han empezado a formar parte de mi vida, he encontrado a una amiga que es como una hermana y que me ha permitido volver a creer en la verdadera amistad y he hallado una pasión y una motivación que, a pesar de estar muy lejos, me permite ser más feliz. También ha habido días oscuros, tardes de angustia y noches de dolor. ¿Pero que sería de la vida sin un poco de desconsuelo? Los momentos de felicidad siempre ahogarán las penas y nos permitirán sonreir. Así que mientras todos celebrán las llegada del 2013 yo me despido del 2012 tal y como se merece.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Vuelo sobre el escenario

Escucho la voz del presentador anunciando mi nombre. Es el momento de salir a escena. La sala se llena de aplausos. Nadie me conoce y tal vez pocos recuerden mi rostro mañana, pero todos confían en que les voy a ofrecer una buena actuación, algo que comentar esa noche en sus hogares. Les dedico una cálida sonrisa y me dirijo al centro del escenario, apoyando sutilmente la punta de los pies al caminar. 
Las luces se apagan lentamente y un único foco ilumina mi figura. El traje, rojo como el fuego, desprende destellos dorados en cada movimiento. En ese instante me convierto en un ser mágico, una pequeña hada a punto de volar. Siento un hormigueo en el estómago cuando cojo la primera cuerda. Nervios. Miedo al fracaso. La sensación es breve, vuelvo a estar relajada y tranquila cuando me aferro a la segunda cuerda para subir a la barra. Cierro los ojos y los primeros acordes suenan en la sala. El trapecio comienza a elevarse. Sentada sobre el metal me columpio suavemente. Adquiero velocidad y de un salto me colocó de pie. Puedo sentir la expectación en el aire, el asombro de niños y mayores. Suelto las cuerdas. Mis manos rápidas y hábiles alcanzan la barra. Empujo los pies hacia delante, giro sobre mi misma y comienzo a planear sobre el escenario apoyada sobre el torso. Saboreo la libertad y siento la adrenalina correr por mis venas. Elevo las piernas y mis pies atrapan las cuerdas. Me balanceo colgada del trapecio mientras calculo mi próximo movimiento para alcanzar la máxima perfección. La música pierde intensidad. Tomo impulso y nuevamente estoy de pie. Entonces me siento, las manos pasan con sutileza de las cuerdas a la barra y empiezo a girar al compás de la melodía. Tras cuatro vueltas tomo la cuerda derecha con ambas manos. Mis brazos quedan en forma de cruz. Apoyo las piernas en la otra cuerda y me estiro. Levanto una pierna y la flexiono, atrayéndola hacia el cuerpo. Acto seguido los pies vuelven a acariciar la barra. Me contoneo al ritmo de las notas. Elegante y segura. Me permito disfrutar de mis minutos de gloria y saludo con una reverencia al público que me observa. Finalmente me siento, deslizo las piernas hasta que cuelgo del trapecio, suelto las manos y quedo colgada únicamente por el cuello. La melodía finaliza y desde las alturas oigo los aplausos.

Desciendo y saludo otra vez a los espectadores pero esta vez desde el suelo. Mi función ya ha finalizado así que me giro y camino hacia la salida. Desaparezco de escena con el corazón rebosante de felicidad e ilusión. Tras de mí escucho al presentador anunciar a un nuevo artista. El espectáculo debe continuar.

miércoles, 25 de abril de 2012

Esposo Soldado

He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.

Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.

Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.

Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.

Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.

Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.

                                                                                                                Miguel Hernández

lunes, 23 de abril de 2012

¡Feliz día del libro!

Sus páginas están llenas de mágia e ilusión, cargadas de emociones y sentimientos, impregnadas de esperanza, tristeza, temor o alegría. Y es que cada uno de ellos te transporta a un mundo , a una historia que te atrapará y te convertirá en el protagonista de una nueva aventura. ¿Qué te apetece vivir hoy? Tal vez un amor imposible, un caso complicado de resolver o un hecho paranormal. ¿Qué lugares te gustaría vistar? Puede ser un país exótico, una civilización antigua o un mundo fantástico e irreal. ¿Qué personajes te gustaría conocer? ¿Un noble caballero? ¿Una mujer fatal y misteriosa? ¿Un atractivo vampiro o una bella demonia? Da igual lo que elijas porque existen para todos los gustos y preferencias. En sus páginas queda plasmado el arte en su forma más pura, los juegos de palabras más bellos y un estilo personal y único.
Amo los libros por lo que enseñan, lo que transmiten y los secretos que guandan en su interior. Quiero sumergirme en miles de historias más y sobre todo quiero escribir las mías propias.
Por último recordar a tres de los autores más importantes de la literatura que murieron un 23 de abril: Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. 

¡Felíz día del libro a todos!

jueves, 12 de abril de 2012

Smile :)

Apareció en mi vida y la cambio sin darse cuenta, y es que desde aquel momento descubrí lo que era la verdadera felicidad. Nadie podrá comprender nunca lo mucho que lo necesito, como deseo cada minuto de mi vida poder abrazarle y sacarle una sonrisa, porque cuando sonríe esta guapísmo y el corazón me da un vuelco. Todo me recuerda a él, incluso en estos momentos, todo lo que hay en esta habitación me hace pensar en él, bien porque me lo regaló, porque le gusta o porque lo odia (xD). Los te quiero y los te amo cada vez se me quedan más cortos para decir lo que siento porque es mucho más profundo que eso...es algo que simplemente no se puede describir...solo sentir...y es lo mejor que he sentido en mi vida.

sábado, 7 de abril de 2012

Creía que todo era perfecto al fin...que ilusa

La mejor manera de no sufrir es no ilusionarnos por nada...pero lamentablemente eso es inevitable. Cuanto más grande sea la ilusión más doloroso será el desengaño.

viernes, 6 de abril de 2012

Gamer

Equís, Cuadro, Triángulo, Círculo...R1, R2, L1, L2....start... nunca aprenderé a manejarlos y siempre confundiré las L con las R. Sin embargo me encantará sentarme en la cama y poder ver como juegas, porque eso significa que sigues en mi vida...y no hay nada en el mundo que me haga más feliz.

Así que...¡Qué comience la partida!


lunes, 30 de enero de 2012

Plumas del recuerdo

Las risas y sonrisas del ayer se borraron en cinco segundos hoy. Estrellándose contra una realidad muy diferente, convirtiendo la cálida felicidad que inundaba mi pecho en un inmenso y frío vacío. Cada escena de hace tres días desaparece en un millón de plumas que juegan y se alejan en el viento. Intento cogerlas y volverlas a colocar en su lugar, pero todas se escapan y resbalan en mis dedos. No quiero mirar atrás y recordar que lo que un día me hizo sonreír, hoy me hace llorar. No quiero empañar dulces recuerdos con lágrimas de cristal.

Las risas y sonrisas del ayer se borraron en cinco segundos hoy.

lunes, 2 de enero de 2012

Ninfa de agua

Galatea había crecido en una burbuja de agua cristalina. La suavidad de su piel y la perfección de sus formas la convertían en el ser más bello que el hombre ha visto jamás. Vestía con un traje de algas y estrellas de mar que apenas podían tapar la exuberancia de su cuerpo. Desde aquella burbuja observaba el mar y a sus habitantes. Ninguno de ellos le causaba el más mínimo daño y la joven,con toda la inocencia de la niñez, era feliz. Pero un día, cuando la ninfa tenía diecisiete años recién cumplidos, un muchacho que nadaba a escasa profundidad pasó cerca de su perfecta burbuja y quedó maravillado de la belleza de Galatea. La muchacha se sorprendió de ver a un ser humano, se parecía mucho a ella y era mucho más hermoso que los animales y las plantas del océano. Se sumergió en sus grandes ojos y sintió un hormigueo en el pecho, justo donde latía su corazón. En aquel momento la burbuja de agua rebentó y la ninfa sintió que le faltaba el aire. Una sensación de angustia y ahogo la invadió, el agua que tanto tiempo la había protegido estaba matándola en ese momento.
El joven veía maravillado como el vestido de algas y estrellas de mar se desprendía de su cuerpo a causa de los bruscos movimientos de Galatea por salir a la superficie, dejando al descubiero toda la belleza de su desnudez. La ninfa pedía auxilio con los ojos, pero él no podía reaccionar porque estaba hechizado por su cuerpo. Estiró la mano y la deslizó con dulzura por su rostro, sus pechos y su abdomen; bajando hasta la parte más delicada y tierna de aquel ser marino. Fue en ese instante cuando él notó que el escaso oxígeno que todavía albergaba en sus pulmones se escapaba en pequeñas burbujas. Dejó de tocar a Galatea y se impulsó hacia el exterior en busca de aire, mientras tanto la ninfa cerraba los ojos y caía hacia las profundidades del mar rodeada por estrellas, algas y diminutas burbujas de agua cristalina.