En el centro del barco con el viento alborotando tu cabello y la luz de la luna iluminando tu rostro, sientes que eres libre, no existen ataduras que puedan detenerte, nada excepto la agresividad del mar. Por el camino encontrarás peligros y tendrás que tomar decisiones inesperadas y difíciles, deberás enfrentarte a otros corsarios que como tú desean alcanzar sus metas y no dudaran en intentar destrozar las tuyas. Muchos no ven la importancia que tienes en este viaje de la vida, quieren destruirte, acabar con tus sueños; pero todos saben que sin ti nada seria lo mismo.
Porque tú eres y siempre serás el Capitán de tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario